Endodoncia

TRATAMIENTO ENDODÓNTICO

Es un procedimiento que se realiza cuando la pulpa, parte interna de una pieza dentaria que aloja al paquete vasculonervioso, se encuentra dañada de manera irreversible, ya sea por caries profunda, fractura, abrasión, erosión. La pulpa no posee la capacidad de repararse por sí sola. Las bacterias se infiltran en su interior causando inflamación lo que genera un aumento de presión en el interior del diente, lo cual puede causar mucho dolor. Con el tiempo, este proceso puede evolucionar hacia una necrosis.

Durante el procedimiento, se accede con distintos instrumentos como fresas y limas específicas a los conductos radiculares para eliminar todo el tejido afectado y realizar una conformación de los mismos para su posterior obturación con materiales biocompatibles. Por último, se coloca un material provisorio para sellar la pieza y evitar la contaminación del conducto.

Todo tratamiento de conducto finaliza con una restauración definitiva, la cual puede ir desde una restauración plástica a una incrustación o una corona, dependiendo del remanente dentario disponible. La necesidad de colocar un anclaje intrarradicular (poste o perno) también dependerá de la cantidad de tejido coronario sano.

RETRATAMIENTO ENDODÓNTICO

Cuando una pieza dentaria posee un tratamiento de conducto realizado, a veces el mismo puede reinfectarse y presentar sintomatología, o puede estar realizado de manera deficiente (material de obturación corto, mal condensado,  incorrectamente limpiado, mal instrumentado, etc.).

El retratamiento es un procedimiento a través del cual se removerá todo el material colocado previamente para poder descontaminar los conductos radiculares y luego volver a obturarlos.

MICROCIRUGÍA APICAL

Un tratamiento de conducto tiene una tasa de éxito del 90%, sin embargo a veces son necesarios otros procedimientos para lograr reparación.

La microcirugía apical está indicada cuando la inflamación y/o la infección persisten en el área ósea alrededor del extremo del diente después de un tratamiento de conducto.

Este procedimiento microquirúrgico se realiza con la misma anestesia que cualquier procedimiento odontológico. Consiste en levantar la encía para ver el hueso subyacente y eliminar cualquier tejido inflamado o infectado. También se elimina el final de la raíz y se coloca un relleno para sellar herméticamente el extremo del conducto radicular. En los meses subsiguientes, el hueso cicatriza alrededor de la raíz.