Los escáners intraorales capturan la anatomía de los dientes con 10-20 micras de definición, reproduciendo ambos maxilares en menos de 3 minutos. Así se generan modelos virtuales que reemplazan a las impresiones con silicona y a los yesos.

Las impresiones digitales mejoran los resultados clínicos y disminuyen la necesidad de ajustes de los elementos protéticos, reduciendo la cantidad de sesiones.

A su vez, estas impresiones digitales se pueden fusionar con tomografías y escaneos faciales en distintos softwares y así obtener una reproducción digital del paciente para poder diagnosticar y realizar los tratamientos necesarios y luego transferirlos a la boca del paciente por medio de dispositivos (como guías quirúrgicas, mock ups, guías de tallado).
Asimismo, se pueden imprimir las estructuras óseas para estudiarlas en forma 3d.